En el mundo tan competitivo en el que estamos inmersos todos queremos vender más y mejor; con esta filosofía nace el Viaje de Incentivo. Y que mejor incentivo que un viaje, en el que poder estrechar lazos de unión tanto con clientes como con nuestra propia red de ventas y distribuidores.

El Viaje de Incentivo siempre debe tratarse como una herramienta que nos permita alcanzar un objetivo fijado y con la filosofía de que si es bien planteado nunca implique un gasto.

El programa de viaje seleccionado debe ser innovador, creativo, adaptado a las características de la empresa, que cree en el participante la sensación de estar disfrutando de un Destino Turístico Especialmente creado para el, con un valor superior a otro tipo de compensación económica o bien tangible. Que esta sea una experiencia única e irrepetible que deje un gratísimo recuerdo y que en su fuero interno el participante espere con impaciencia el próximo Viaje de Incentivo.
Parte muy importante de un Viaje de Incentivo bien planteado, es que en su ejecución, el capitulo económico tienda a su total autofinanciación con los beneficios obtenidos por el incremento de ventas, la venta de productos descatalogados, la bajada de siniestralidad en empresas de alto riesgo, etc.


En todo Viaje de Incentivo hay que cuidar los detalles para con los participantes, tanto en los medios de transporte como en el hotel o en las actividades que se lleven a cabo durante, anterior y posterior al Viaje de Incentivo, creando un ambiente especial en torno al propio viaje.

No dude en contactar con nosotros si desea información sobre Viajes de Incentivo, lo diseñaremos según sus necesidades y preferencias; al destino que usted elija. Si su destino final es Santander, Cantabria o Castilla-León cuente además con el valor añadido de un conocimiento exhaustivo de la zona, de sus costumbres, gastronomia y cultura.